Dependiendo del tipo y número de síntomas de falta de atención e hiperactividad presentes, un niño puede recibir uno de tres diagnósticos del Trastorno por Déficit Atencional con Hiperactividad. Estos son:
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Trastorno por Déficit Atencional con Hiperactividad tipo hiperactivo-impulsivo.
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Trastorno por Déficit Atencional con Hiperactividad tipo falta de atención.
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Trastorno por Déficit Atencional con Hiperactividad tipo combinado.
Para recibir el diagnóstico de tipo hiperactivo-impulsivo un niño debe mostrar 6 o más de los siguientes síntomas, persistentes durante al menos 6 meses:
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juega con las manos o pies, o se mueve continuamente en una silla,
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tiene dificultades para permanecer sentado,
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corre o se mueve en forma excesiva en situaciones inapropiadas,
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presenta dificultades para jugar o comprometerse en actividades tranquilas,
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está en permanente movimiento o actúa como si fuese accionado por un motor,
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habla demasiado, lanza las respuestas antes que se hayan formulado completamente la preguntas,
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tiene dificultades para esperar su turno,
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interrumpe o molesta a otras personas.
Para recibir un diagnóstico del tipo de falta de atención, un niño debe mostrar 6 o más de los siguientes síntomas durante a lo menos 6 meses:
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no logra enfocar la atención a los detalles o comete errores debido a falta de cuidado,
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tiene dificultades en mantener su atención en las actividades relacionada con tareas o juegos,
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con frecuencia parece no escuchar cuando se le está hablando,
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no sigue las instrucciones que se le dan,
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tiene dificultades para organizar las tareas y actividades,
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evita, no le agrada o no tiene ganas de comprometerse en tareas que requieren de un esfuerzo continuo,
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pierde cosas que son necesarias para sus tareas o actividades,
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se distrae con facilidad, y
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se olvida de sus actividades diarias.
Para recibir el diagnóstico de tipo combinado, un niño debe presentar seis síntomas, combinando síntomas de los dos grupos anteriores.